miércoles, 2 de noviembre de 2011

NOCTUARIO




                                           
                                            1 de Noviembre

 Cuando era pequeña, supongo que como todos, pensaba que se morían los "viejos" así que de momento estaba a salvo.

 Cuando tenía casi 9 una conocida del colegio murió de leucemia, por esa época estaba a punto de hacer la comunión y el sacerdote lo típico que era un ángel a los pies del Señor.

Yo empecé a volcarme en la religión, si me moría al menos quería ir al cielo. ¡Que tiempos! Ademas creía firmemente, convencida, ¡Ojala aún estuviera tan segura!         
    
  Por que la verdad es que acojona; si ya es malo saber que se te acaba la vida que conoces.  El no saber que habrá después porque... ¡Tiene que haber algo!
 Me resulta mas cómodo creer en la reencarnación, a si le paso la pelota a el cuerpo futuro. Por que yo por mucho que duré ya he pasado la mitad de mi vida, y aunque no he matado a nadie como no sea"a disgustos"seguro que en la balanza hay mas pecados y pecadillos,que cosas buenas hechas por el prójimo. 
Si por no molestarme he dejado de hacerlas por mi muy a menudo. Como decía Escarlata ya lo pensaré mañana..... Pero es que no hay tiempo!     
¡¡ Que congojas!!

Es curioso por que este verano cuando estuve a un paso de palmarla, no pensaba tanto en el después, si no en aprovechar el tiempo que me quedaba. Por eso me levantaba para ver el amanecer, y comenzaba el día masturbándome, no como una manera de llegar al orgasmo, que a veces ni necesitaba ,sino para estar en esa frecuencia que hace sentir las cosas con mas intensidad.
 Supongo que a todos nos pasa ¿no? Claro que no en una sesión llena de orgasmos, por que entonces se queda una con ese sopor típico. 
 Supongo que escribo esto para no dejarme convencer por estúpidas manías retrogradas.

Tengo que seguir siendo yo, al menos no tirar la toalla, Que si San Pedro me cierra las puertas sea por mi y no por dejarme llevar,
 y si se acaba todo aquí y ahora.
Al menos podre pensar que + o - viví mi vida