jueves, 20 de junio de 2013

¿LO TENDREMOS EN UN GEN?














Pobrecilla en un desierto
así me encontraba yo,
como quien dice, hasta ayer.
Abrasada, en un circulo vicioso
y por supuesto, muerta de sed.

Pero llega un gentil caballero
y de su agua me da a beber,
Yo, aunque me atragante, por las prisas
con ansias bebo de él.

La vista se me va aclarando,
es que así deshidratada
una, como, que no ve bien. 

Me doy cuenta, de que cerca tenia oasis
aunque no sean un vergel.

Algo apagada, que no saciada mi sed.
Siento rugir a mi estomago
y claro está ¡Tendré que comer!

El paciente y solicito
me da, algo mas que un tentempié,
me sienta a su mesa, me pone plato y mantel.

Pero, me doy cuenta que estoy desnuda
algo ¡Me tendré que poner!
Y él, siempre siendo galante,
 además de con su capa,
con ropas cubre mi piel.

Tantas noches bajo el raso
que si, puede que dormir bajo las estrellas
este muy bien, pero ...
entonces él me cede su cama.
¡No mal piensen, no hay caballero como él!

Siento que me estoy aprovechando 
que estoy siendo egoísta.
Yo... poco le puedo ofrecer.

¿Este ansia nunca acaba ?
 Este querer siempre más
¿Lo tendremos en un gen?

Estas letras, no sirven para dar las gracias,
se bien, que él no las va a leer
pero bueno, al menos me desahogué.

miércoles, 19 de junio de 2013

LLEVO DIAS ...

 


















Llevo días en los que Morfeo
antes esquivo y renuente,
en horas del día, se presenta sin mas.

Y por si estoy molesta con el,
 por que ya digo
pocas veces se acuerda de mi con facilidad.
Antes me va dejando sin fuerzas, 
así cuando llega, le abro mis brazos sin mas.

Hay quien se preocupa por mi, y dicen:
 "Eso no es muy normal, ¿No tendrás alta el azúcar?
tal vez tengas anemia, yo me lo haría mirar, que las cosas si se dejan ....".
Yo sonriendo  no les digo "la verdad"
me dirían, que seguro en la cabeza también tengo algo mal.

Porque la Vida, es la culpable, la que me intenta ayudar.
Como los problemas que manda, no me los puede evitar.
Intenta que en mi cabeza, no den vuelta sin cesar
que me amarguen la exisistencia, cosas, 
 que yo no puedo arreglar.

Entonces envía a Morfeo que me lleva a pasear
no sé donde lo hace, cosa rara, no lo puedo recordar,
pero cuando vuelvo, vengo serena,
y con fuerzas para aguantar.


domingo, 16 de junio de 2013

A VECES ...

A veces  conmigo me rebelo
cuando en palabras sin freno,
pensamientos y sentires revelo.

Debería quedarme en silencio,
y permitir que la mente
tomase al corazón relevo.

Pero no sé como hacerlo,
parece que no va conmigo
y por eso me sublevo.

miércoles, 12 de junio de 2013

¡LIBRE!



 
¡Libre! Así te quiero, amor nómada.
Siguiendo la voz de tus ancestros.

¡Libre! como el viento
volando en los caminos
acariciando mi pecho.

Sin atenerte a normas,
sin puertas ni cercados
que domestiquen tu cuerpo.

¡Libre! Torrente de agua
sin seguir un cauce,
abriendo caminos nuevos.

Vivamos nuestro amor
sin miedos, no existe el adiós,
siempre es un ¡hasta luego!
Garañón salvaje a nadie sujeto,
indómito y a la vez tierno.


miércoles, 5 de junio de 2013

LA PENÉLOPE DEL FARO

















Santina gastó sus ojos
de tanto mirar el mar,
la Penélope del faro
la podríamos llamar.

Ella esperaba a su amado
marchó, para prosperar.
Pero todos fueron volviendo
y el suyo, quedóse atrás.

No le quedaban amigos
con nadie quería hablar,
ella cerró sus oídos
para no escuchar, la verdad.

Que habían visto al Justino
al otro lado del mar,
que vivía en un ranchito
con una mujer de allá,
que con ella tuvo hijos
¡media docena! además.

Ella no creería eso
de su Justino ¡jamás!
Se aferraba a su rosario,
no porque fuera a rezar.
Fue su último regalo
era parte de su ajuar.

Quince años han pasado
desde que lo vio  marchar.
Ya va para cinco años
sin tener una señal.

Mandó cartas por un año
se las devolvían sin más.
Es por eso que en las noches
le escribe en un diario
lo que le quiere contar.

Antes de irse a la cama
abre el cofre de su ajuar
se conoce de memoria
lo que allí se va encontrar.

Aun así tiene que hacerlo
cual si fuese un ritual.
Acaricia el etéreo velo
que parece querer volar.

La tela de su vestido
igual que espuma de mar,
que en noches de luna llena
de plata suele brillar.

En el brocado del pecho
las diminutas perlitas
le dibujan un rosal.

También esta la guirnalda
echa de plata y coral,
con la gargantilla a juego
y su rosario además.

Hace ya cinco años
que le mandó el ajuar.
En su carta le decía:
"solo te falta el anillo,
te lo pongo en el altar.

Para ese rito sagrado
muy poco nos queda ya,
y a partir de ese día
nada nos separará".

Santina cierra la tapa
y vuelve a suspirar,
se le secaron los ojos
de tanto llorarle al mar.

Una noche de tormenta
su cumpleaños además.
Se dijo, que no podía más
debía afrontar la verdad.

El Justino nunca vendría
no le volvería abrazar,
no se vería en sus ojos,
sus labios, no besaría ya.

Él no estaba en este mundo
se había marchado al otro
sin mandarle una señal.

Ahora que lo había aceptado
no perdería tiempo ya.
Dejó una carta al notario,
se disponía a testar.

La tierra, las cosas y la casa
se las cedía a la Villa
nada la importaba ya.

Solo les pedía una cosa
si la devolvía el mar,
la enterrasen con sus cartas
en el cofre de su ajuar.

Se bañó entre velas y perfumes.
La tormenta arreciaba más
Sonreía, despacio, sin prisas
¡Era feliz!  Se acabó el esperar


¡Por fin lo iba a estrenar!
Interiores de seda y encaje
medias de fino cristal,
botas de cabritilla blanca.

El vestido le ceñía el talle
nunca se lo quiso probar.
Los botones de la espalda
¡no se acababan jamas!

Los rayos le iluminaban
el camino hasta el mar,
las olas eran muy altas
no querían dejarla entrar.

Ella sonriendo,
del agua que estaba fría
se dejaba acariciar.
Paso firme, hacia adelante
él la esperaba al final.


EL MAR TARDÓ CASI UN MES
EN DEJARLA MARCHAR
LAS OLAS,  EN LA ARENA
LA BESABAN SIN CESAR.

LOS MARINEROS  SE ACERCABAN
SE HACÍAN CRUCES SIN PARAR
LA SANTINA ESTABA BELLA,
REJUVENECIDA ADEMÁS.

SONRISA SERENA, SUS OJOS,
MIRABAN EL MAS ALLÁ.
TODO EN ELLA IMPECABLE,
TODO ESTABA EN SU LUGAR

LA GUIRNALDA CON SU VELO,
EN SU CUELLO EL COLLAR,
EN EL DEDO DE SU MANO
RELUCÍA SIN CESAR

UN ANILLO DE DIAMANTES,
TRENZADO CON ESLABONES
DE FINA PLATA Y CORAL.


sábado, 1 de junio de 2013

UN DILEMA DE CONCIENCIA




Alguien me sabría decir
¿Cuánto dura una promesa?
Quiero decir, si caducan
yo no quisiera romperla.

Fue mas bien como un contrato
verbal, sin firmas ni letras,
no lo hice con un mindundi
negocié con una reina.

Claro, que a ella no la vi
usábamos mensajeras,
en realidad, no dijo palabra
pero se atuvo a las reglas.

Ella sigue cumpliendo
bueno, será,  su heredera,
no creo que las abejas
lleguen a ser tan longevas.

 ¿No te lo había dicho? verás
hace como treinta años
tengo un panal en mi puerta.
Es la puerta que da al patio. 


Y esta si que tiene años

debe rondar la centena,
la pobre esta echa una pena,
¡tiene dentro una colmena!


No pienso quitarla,

y poner una nueva.
Entonces me perdería
las historias que cuenta.


Grabadas a hierro y fuego

con sus nombres y sus fechas.
Leyendas de caballeros
con sus armas y princesas.

 Me habla de oficios de antes
de esos que ya no quedan.
 Que eso lo tengo claro,
¡La puerta se queda! Pero...


¿Qué hago con la colmena?

Hace treinta años, que dije:
si me dejaban tranquila
yo, no me metía con ellas.


Desde luego que han cumplido

ningún año me han picado,
y mira que al cabo del día
paso veces a su vera.

Yo las miro con respeto
que una tampoco es de piedra,
sobre todo por las siestas
que parecen andar de fiesta.


Pues, ya sabes mi dilema

¿Cuanto dura una promesa?
Quiero decir, si caducan
que yo no quiero romperla.